jueves, 29 de noviembre de 2012

CUENTO: El bosque de los animales


EL BOSQUE DE LOS ANIMALES

Una vez, en un bosque muy lejano, vivían animales como: conejos, ardillas, ciervos,  búhos… Y había un montón de casas diminutas y muchísima comida: frutas, hojas etc. Hasta podían hacer un gran banquete lleno de miles de cosas.

Los conejos eran blancos como la nieve, los búhos tenían los ojos como platos, las ardillas tenían dientes como cuchillos y los ciervos tenían los cuernos como largas ramas. Se reunieron todos, y comieron de todo hasta que se quedaron  tan llenos que no podían levantar y todos se reían de ellos mismos.

Y como era invierno nevaba muchísimo, y los animales empezaron a lanzarse bolas de nieve, el conejo parecía un muñeco de nieve porque estaba cubierto de nieve, empezaron a sacarle fotos  y se lo pasaron muy bien.

Acabó el invierno y llegó le primavera los animales estaban contentísimos, los animalitos jugaban con lo último que quedaba de nieve, los pajaritos cantaban las nubes se levantaban y todo el bosque estaba verde muy verde. Se hizo de noche y todos los animales se fueron a sus casas a descansar, porque al día siguiente seguirían disfrutando de la primavera.
 Autora: Shirka

miércoles, 28 de noviembre de 2012

DIÁLOGOS DISPARATADOS


 MALA SUERTE


(En la playa se encontraron dos amigos)

SISI: ¡Grillo! ¡Cuánto tiempo sin verte!

GRILLO: Lo mismo digo, Sisi.

SISI: ¿Haces grillo?

GRILLO: Tomaba el sol, Sisi.

SISI: ¿No sería tomo el sol?

GRILLO: ¡Me estás tapando el sol!

SISI: Por eso te llamaban “El Grillo gritón de la clase” (dijo susurrando)

GRILLO: ¿Qué has dicho, Sisi?

SISI: Nada, nada…

Autora: CECILIA

martes, 20 de noviembre de 2012

DIÁLOGOS DISPARATADOS





ENCUENTRO DE DOS AMIGOS


David – ¡Alberto, hombre! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Qué es de tu vida?
Alberto- Pues...,  mira..., me he casado
David- ¿En serio?
Alberto- ¡Ah!, ¿es que hay algún modo de casarte de broma...?
Autor: Jorge

CUENTO: El caballo Saltarín


 El caballo Saltarín

Había una vez un caballo llamado Saltarín.
Un día quedó con sus amigas y amigos para ir de camping. Se estaban preparando para ir hacia el camping y, una vez preparado todo, se pusieron en camino.
Al llegar al camping, instalaron la tienda de campaña y descansaron.
Por la noche, escucharon ruidos extraños pero no le dieron importancia. Pasado un rato volvieron a escuchar los mismos ruidos, pero tampoco le dieron importancia. Así una y otra vez hasta que, al final, los ruidos pararon y se hizo el silencio.
Al amanecer, hacía muy buen tiempo, desayunaron,  jugaron al escondite y se escondieron. Así pasó el tiempo sin querer.
Al llegar la noche, no se habían dado cuenta de que había anochecido, y no reconocían el camino de vuelta a casa.
Por el camino, perdidos en la oscuridad, oyeron el mismo ruido de la noche anterior. Más que un ruido era un especie de quejido. Miraron entre los matorrales y vieron un bebé oso.
Saltarín cogió al bebé oso y salió pitando de allí.
Al  llegar a la casa de Saltarín, oyeron que alguien golpeaba su puerta con mucha rabia.
Era...la mamá osa que estaba muy furiosa y empujando la puerta con mucha fuerza, la derribó. Saltarín estaba temblando de miedo muy asustado.
La mamá osa se acercó a Saltarín y le arrebató al bebé que tenía en sus brazos.
Entonces la mamá osa muy furiosa y le dijo:
-Tú, ¿por qué has cogido a mi bebé? ¿No sabes que es mío?
Saltarín le contestó:
-Ehhh, que yo no he raptado al bebé oso, sólo le quería ayudar.
Y la mamá osa le contestó:
-Ammmmm, vale ¿Entonces no has raptado a mi hijo?
Saltarín le contestó:
-No, si quieres podemos ser amigos.
Y la mamá osa contestó:
- ¡Sí, claro que podemos ser amigos, jajaja!
Saltarín muy contento dijo:
-Muy bien, me alegro mucho de poder ser tu amigo. Vamos, te presentaré a mis amigos.
La osa  contestó:
-¡Vale, sí, quiero conocerlos!
Así que, juntos se fueron a la casa de su amiga Juana y a la de todos los amigos de Saltarín.
Y desde aquel día ,todos fueron grandes amigos.

Autora: Linda Anel
fin.


viernes, 16 de noviembre de 2012

CUENTO: EL VALIENTE GATO


EL VALIENTE GATO


Había una vez un gato montañés que vivía en un viejo árbol.
Allí también vivían ardillas.
El gato era muy amigo de ellas y jugaban.
Un día una ardilla se cayó en la cascada. La ardilla se iba a caer.
- ¡Ayuda, socorro! – decía  la ardilla.
Pero…, de repente, salió el intrépido gato a salvarla.
-¡Yo te salvaré!
El gato se encaramó a una rama de la cascada para cogerla, y lo consiguió.
Todo el bosque le estaba muy agradecido.
Le recompensaron con comida y fruta.
Otro día, de noche, les atacaron los lobos.
El gato con su agilidad les mareó corriendo y los ató a un árbol.
La  gente le adoraba. Y por todas sus molestias, las ardillas nombraron al gato “el rey del bosque”.

Autor: Adrián

jueves, 15 de noviembre de 2012

CUENTO: La liebre y las dos tortugas


 LA LIEBRE Y LAS DOS TORTUGAS

Dos tortugas vivían en el estanque donde sus amigos jugaban: la liebre saltando en las hierbas,…

 También tenían un huerto donde los tres amigos cogían la comida.
Las tortugas llevaban la comida, la liebre cogía la comida de la tierra.

Un día de noche un lobo se comió toda la comida de los amigos.

 Las tortugas creían que era la liebre pero la liebre había visto rastros de pisadas de lobatos.

Las tortugas se asustaron.

La liebre siguió hasta la casa del lobo.

Cuando llegó la liebre miró por la ventana.

El lobo estaba haciendo una rica ensalada con lechuga, patatas, zanahoria y tomate.

El lobo invitó a la liebre y las dos tortugas a comer una rica ensalada.
 

Autor: Harley
                     

CUENTO: El Sol y la Lluvia

EL SOL Y LA LLUVIA

Un día, el Sol y la Lluvia tenían trabajo. Se trataba de explicar a las nubes cómo creaban el "Arco Iris".
Pero la Lluvia y el Sol no sabían qué hacer.
Entonces el Sol dijo:
- Le preguntamos al Duende Sabio, tengo una idea. 
- ¡Vale, Sol! le preguntaremos al Duende Sabio – replicó la Lluvia.
Así que, se fueron en busca del Duende Sabio.
Después de buscar en la casa del Duende Sabio, le encontraron y les saludó.
-¡Hola Sol! ¡Hola Lluvia! –dijo el Duende.
-Queremos preguntarte… - dijo Sol.
-Ya lo sé –dijo el Duende.
-¿Qué sabes? – dijo la Lluvia
-Sé lo que me vais a preguntar, es: ¿cómo surge en el cielo el "Arco Iris”? y os lo voy a decir: “El arco iris surge con la luz del Sol y el agua de la Lluvia”.
-¡Qué sabio eres, señor Duende!–dijo Sol.
Y, así el Sol y la Lluvia solucionaron su problema.
 
Autora: Cecilia


DIÁLOGOS DISPARATADOS

TRABAJOS RAROS



Mario. ¡Hola, hace cuánto que no nos vemos!

Filo. Sí, es verdad. Desde la semana pasada.

Mario. ¡Tengo un trabajo!

Filo. ¡Qué bien!

Mario. ¿En qué trabajas?

Filo. Trabajo en Marte

Mario. ¿Y qué haces?

Filo. Pues... yo descubro animales raros.

Mario. Como, ¿cuáles?

Filo. Descubrí “el extraterrestre”.

Mario. Y ¿Cómo es ese animal?

Filo. Pues... tiene dos antenas, una cola muy larga, cuatro ojos, pelo muy largo y dos estómagos, uno  para la carne y otro para la verdura.

Mario. ¡Ah!

Filo. Y tú ¿En qué trabajas?

Mario. Trabajo en This Woo.

Filo. Y ¿Qué es eso?

Mario. Pues... es una tienda de camas.

Filo. ¡Ah, vale! Y tú eres el jefe ¡no!

Mario. No, yo soy el que pruebo las camas.

Filo. ¿Y, qué haces?

Mario. Pues... en cada cama me doy una siesta de  media hora y le digo al jefe si son cómodos o no.
Autora: Sofía

CUENTO: El zorro Héctor y el zorro Oscuro

EL ZORRO HÉCTOR Y EL ZORRO OSCURO

Érase una vez en un bosque que no era normal, sino que era un bosque mágico donde los árboles, plantas, animales y todo lo que vivía en él podía hablar y vivir como una persona normal.
Allí vivía un zorro llamado Héctor. Tenía los ojos azules como el cielo, su piel era de color anaranjado como algunas hojas de otoño.
Él era el más simpático de todo el bosque, por eso, todo el bosque era su amigo. Hasta que un día llegó otro zorro llamado Nicolás. Su color era negro como la noche y sus ojos también eran negros. Circulaba el rumor en el bosque de que ese zorro cuando entraba en un bosque que vivía en paz y armonía, él lo convertía en un caos absoluto, pero Héctor no se lo creía y fue a saludar a Nicolás. Llegó a su casa y gritó. Nicolás salió. Se le notaba que era gruñón. Héctor se presentó y le dijo:
- Bienvenido al bosque, yo me llamo Héctor.
- Yo soy Nicolás, gracias por tu visita.
Y entró a su casa. Héctor se pregunto: ¿por qué era tan malo?
Nicolás escondía algún secreto.
 El secreto era que cuando era pequeño su madre murió por la culpa de unos zorros de su misma especie y Nicolás vio todo el acto.
 Por eso su corazón se volvió oscuro y Héctor se enteró de eso y le ayudó a Nicolás y lo consiguió.
 Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Autor: Raúl

viernes, 9 de noviembre de 2012

CUENTO: El ratón, la cigarra y la hormiga

 

Autora: Isabel

CUENTO: LA JIRAFA Y SU AMIGA LA RATONA

LA JIRAFA Y SU AMIGA RATONA

Hace mucho tiempo, en una selva muy lejana del Amazonas, nació una jirafa llamada Ana, que era diferente a las demás. Era de color blanco como el algodón y negro como el azabache.

Normalmente las jirafas recién nacidas suelen medir 1’80m pero ella medía 2m, así que era mucho más grande que las demás.

En el colegio nadie quería ser su amig@, hasta que un día llegó una ratona llamada Lucía, que fue su mejor amiga durante mucho tiempo. Incluso las vacaciones las pasaban juntas y vivieron aventuras increíbles.

Pero, al llegar las vacaciones de 2011 se separaron porque Lucía tenía que ir a la casa de una tía suya que estaba enferma.

Entonces, la jirafa lo pasó muy mal y se sentía muy triste.

Después de varios meses, la ratona Lucía volvió a reencontrarse con la jirafa y las dos se pusieron muy contentas.

A partir de ese día, la jirafa recuperó su alegría y las dos vivieron felices en la selva.

Autora:Sofía

lunes, 5 de noviembre de 2012

CUENTO: El ratón, la gallina y el conejo

EL CONEJO, EL RATÓN Y LA GALLINA

Había una vez un ratón, una gallina y un conejo que vivían en una granja.
El ratón se comía el maíz de la granja, la gallina ponía huevos frescos y el conejo imitaba a un súperhéroe.
Los tres vivían felices en la granja. Todos los días jugaban, celebraban fiestas en la caseta, hasta que un día vino una sequía y los maíces se secaron y se pudrieron.
La casita se cayó y los tres tuvieron que marcharse de allí. Viajaron por el sur pero no había nada, aún así siguieron andando en busca de alimento.
Después de muchos días andando y andando, el conejo se cansó. No tenía fuerzas, estaba seco.Tenía tanta hambre como los demás.
El ratón seguía, pero, al final, la gallina se sentó y dijo:
-Hace mucho calor.
-Pues claro, estamos en el desierto – respondió el ratón.
Tenían sed, no tenían nada hasta que oscureció y el desierto se quedó helado, bueno, no tan helado si no como una congelador a temperatura media.
Por fin llegó el día en que el conejo encontró un fruto; así que, lo compartieron los tres. Estaba muy rico, como un melocotón. Pero, al mirar hacia delante se dieron cuenta de que justo en frente de ellos había un bosque abundante, vivo, lleno de frutos.
Se instalaron allí e hicieron una casa con madera, lo pasaron muy bien y nunca jamás tuvieron hambre.



Autor: Lien

CUENTO: El oso y el caballo

Autor: Elvis